Un nuevo giro

En nuestra infancia nunca pensamos realmente lo que queremos ser, en el futuro. Obvio, como puedes pensar en eso, si tan solo tienes edad para probar cosas, liarla parda, conocer mundo y aprender de cada una de estas cosas...

Sin embargo, que pasa con aquellas personas que su infancia terminaron antes de lo normal. No es ninguna locura pensar que una niña o un niño, a sus 13 años no piense igual que su grupo de iguales. 

Mi pregunta es, ¿Puede recuperar esa niña su infancia?. Divertirse, conocer chicos o chicas, emborracharse, probar cosas... ¿Es mejor hacerlo durante esa etapa y aprender de ello? ¿O es mejor tener la cabeza en su sitio, seguir manteniendo esa madurez y abandonar las típicas chiquilladas de inmadurez a esas edades?.

Porque posiblemente, cuando cumpla... 25 años, puede que pierda un poco ese rumbo tan recto, tan perfecto por la sociedad que se marca hasta el momento. Y le apetezca salirse un poco de la línea de perfección. 

Lo mismo ocurre con el tema dela profesión. Podemos pensar a los 7 años que queremos ser "médicos" "maestros". Incluso algunos de ellos, dejarme que os diga que hay un alto porcentaje que esta claramente influenciado por el grupo de gente que pueda tener en su entorno familiar o de amistad. 

Así que, puede cambiar esa idea de lo que quieres ser. Sobre todo, cuando empiezas a darte cuenta de quien eres en realidad. Y creerme, no te ayudará estar solo un año, ni recorrer el mundo solo en busca de aventuras. Yo creo que te ayudará la cantidad de problemas o situaciones realistas, a las que tendrás que enfrentarte. De hecho, me atrevería añadir también al hecho de probar algo nuevo. 

Mejor aún , ¿Qué harías si algo de tu profesión, algo que pensabas de pequeña falla? ¿Por qué piensas que algo va mal y no estas por el camino correcto? ¿Evitas pensar en todo esto evadiéndote? No lo hagas, incluso en tus peores días, las dudas te van a sacudir. 

Pero si encuentras la respuesta, dime. Aún sigo intentando calmar los giros de mi cabeza. Porque la verdad, que prefiero vivir tranquila y siguiendo una línea recta.